La castaña se cosecha en forma manual, se la separa del erizo, una vez que este ya se encuentra en el suelo, con el pie o con la ayuda de un elemento como puede ser un palo. Una vez hecho esto se la coloca en bolsas.
Ya cosechada se la lleva al lugar donde se la mantendrá hasta su utilización.
Se la recibe, se observa su estado, se la pesa, se la separa ( en lo posible ) por tamaño, y se la deposita en paseras para su secado.
Es secada ( deshidratada ) en forma natural.
Una vez secada, es colocada en bandejas, y ubicadas estas en un lugar fresco y seco, hasta su utilización.
Consiste en separar la semilla de la cáscara.
Consiste en separar la semilla del episperma.
La semilla ya pelada, es colocada en agua en un autoclave, en el cual se cocina hasta llegar a una presión muy elevada.
Una vez cosida la semilla, se le tira el agua, y se le coloca un almíbar diluido.
Se procede luego a llenar las latas con las castañas elegidas, y posteriormente se le agrega el almíbar de expedición.
Las latas llenas se colocan en una fuente con agua, la cual se calienta casi hasta su ebullición, así se logra calentar el contenido de la lata, y de esta manera eliminamos la mayor parte del aire ocluido en el interior del envase.
Una vez extraído el aire, se procede a tapar la lata.
A las latas tapadas se las hierve a baño maría.
Embalado y expendio
Las latas ya esterilizadas, se limpian, se etiquetan, y se colocan en cajas, luego se ubican en depósito para stock o se despachan a destino para su distribución y posterior consumo.